La mirada de Ana Claudia Díaz
Agigantada. Cumbre. La luz de la mañana lo es todo y también, el pellejo donde nos intentamos salvar. Lo que nos encubre, pero también nos ajea para lo que se es, después de esa brevedad encandilante.
Así, el miércoles fue el Taller. La voz que brama poesía: como pimienta se encienden las lenguas, se manifiestan. Y de pronto, se exponen. Se agitan y revueltas, revuelven la casa donde se celebra el jolgorio, la fiesta, el bullicio interno. Pleno
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