Cursé psicosemiología y psiquiatría en el Moyano y siempre me resultó un lugar terrible y conmovedor. Lleno de historias como las del doctor Jakob cortando cerebros y tocando el violín a la noche en los sótanos del manicomio. En esos años sentía que la locura era un modo de encarnar la poesía, de hacerla cuerpo. Ya no pienso así, pero todo se deposita en la mente y queda como base para lo que viene después...
... Está bueno. A veces pienso que algunas personas encarnan la poesía con su sufrimiento, pero mejor es escribirla. Suerte. Un abrazo.
Carlos Chernov.
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