Reunión miércoles 21-09-2011: la mirada de Gabriela Migliano + el poema

La mirada, mi mirada.

La primavera hizo los honores ayer en el Moyano, los trinos de los pájaros y la reparquización de los jardines con bancos y mesas de madera lustrosa nuevos incitaban a escribir sin parar como me ocurrió a mí y a dibujar lo primero que viere.. En mi lapicera fluían rosas, campanillas y hojas abiertas y lustrosas... Todo primavera y fiesta de la palabra... Compañeras estupendas, lectura de lujo y todo siempre tan cálido, con sangre suficiente para hacer de esto algo inolvidable y sentido... La canción se hizo poderosa y excelente en las voces de Luciana y Sandra, dos gargantas espectaculares y dos seres de luz, las letras fluían apresuradas y las ideas le ganaban la carrera a la escritura, hice dos escritos; la mañana inspiraba en verdad y sacaba rauda lo mejor de mí... Luego vino el tradicional café "post Taller" al que estoy siendo adicta, al igual que al Taller al que estoy empezando a "querer" y espero concurrir cada vez que pueda porque vale oro... Hasta el próximo encuentro y dejo este poema de regalo... besos mil.

Gabriela Migliano.


TRÍPTICO

Perdí la noche entre los dedos de la lluvia,
el tren acelera las distancias
y por la ventanilla llena de brisa
se espían las casas bajas que sueltan sus musas
aromadas de glicinas -
Madrugada embebida de rocío
y la niebla pesada opacando a la luna.
Me pierdo en los senderos de tierra
y cada paso marrón renueva la sangre;
una fogata incipiente de hojas secas
convoca sensaciones y estrellas únicas;
las historias se alejan de nosotros y
el corazón le pertenece al olvido -
La música nocturna es un crepitar delicioso y cómplice:
la noche se me pierde en miradas del ayer,
el pasado huele a cenizas de incienzo -
fantasmas de humo espían mi cuerpo,
la luna se incendia sólo con mirarla,
el desvelo abarca mi totalidad:
la memoria se inunda de campanillas violetas
que quedaron atrás por el camino -
las miradas arden con el fuego:
perdí porciones de corazón en cada ida y vuelta
y esta noche no quiere desaparecer;
la hojarasca se resiste a quemarse del todo -
La noche es cómplice del momento;
una llave reposa en mi mano
abre la fuga hacia la avenida vacía,
o cierra la melancolía
con el rumor de un beso.

GABRIELA MIGLIANO (21/3/98)

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