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Aún tú que mueres,
escamoteado por un mensaje de sobrevida,
enseñas a los que quedan
el profundo misterio y la otredad insalvable.
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Nunca oculto de tu adiós
para que la vida se abra
y la escucha de lo impensable done entre murmullos
las verdades a la nada
y la nada a los dominios.
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(Aún hablas desde nunca
para que este pasar levísimo cante con las cosas
y serenamente se esfume ante la estrella
de los sálvicos llamados.
Aún culminas
por la danza vertiente del mundo
sobre el margen de las administraciones).
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Cuánto enseña el morir
al humilde entusiasmo
que palpita en las voces del justo sin atrincherarlas
y que vuelve al saludo de los límites
la feliz transformación del ver y el comprender.
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María Lilian Escobar y Roberto Cignoni
poema y foto publicados en:
http://experimenta.biz/revistaexperimenta/jorge-perednik
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