Otra mañana de suspiro hondo y nostalgia inspiradora donde unos mates dados con afecto nos entibiaron el estómago, pero aún más el alma... De la mano de Felicitas llegaban imparables y dulces los matecitos y no faltaban las obleas y las vainillas; somos mimados por nuestros compañero/as y eso levanta nuestro ser de un modo mágico... Pilas y pilas de libros para la biblio son rocas fundamentales en la construcción de este espacio que queremos tanto y que tan bien nos hace... Fantasmas, pasado, pérdidas, la vida en general con todos sus matices y la palabra como invitada de gala uniéndonos en nuestros sentires... Esto amigo/as es una vez más nuestro puerto, nuestro especial y amado Taller del Moyano... Los adoro... Besotes mil ... Y otros mil más.
Gabriela Migliano
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