A los escritores a quienes respeto, admiro y quiero les comparto lo que escribí esta mañana en el Hospital Moyano, convencida cada vez más que la beatitud y gloria de la palabra consiste en despojarse del vedetismo personal y entregar el sentir por el sentir mismo.
Felicidades mil a todos... Ojalá les guste.
Es el hambre del día que busca la palabra,
por fin chorrea miel el almanaque
y la luna pinta promesas nuevas...
La sangre medita y reza:
se emborracha de vértigo,
respira futuro-
Mariposas de cristal en la mirada
sanan la hiel de otras vidas,
las almohadas son oráculos
en donde beberse el porvenir,
en el brocal del alma
vuelven las perlas a danzar.
La soledad hecha harapos
se desintegra por la calle,
la luna inhala sin querer
esquirlas del pasado:
cierra sus ojos...
y ennegrece.
GABRIELA MIGLIANO (13/6/12)
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