Gracias por el aporte Santiago Loza y Guillermo Cacace desde "La enamorada" -teatro en "El Picadero"- TEXTO

Gracias Santiago Loza y Guillermo Cacace desde "La enamorada" -teatro en "El Picadero"- por compartir dos fragmentos del texto!!



La enamorada
De Santiago Loza

Julieta Venegas protagoniza este unipersonal escrito por Santiago Loza y dirigido por Guillermo Cacace que pudo verse a partir del 8 de agosto de 2019 en el Teatro Picadero.

Un espectáculo en el que una mujer frágil e intensa toma la palabra y nos propone un viaje en el que seremos testigos de confesiones y relatos pequeños pero entrañables en el marco de un cuidado diálogo entre lo musical, lo poético y lo plástico. Nunca sabremos si lo pudo decir todo. Pero "pudo decir" y este punto de inflexión en su vida marca claramente el abandono de una sumisión a la costumbre, a la inercia. Nuestra protagonista trata de hilar un relato que todo el tiempo se le deshilvana, pero el acontecimiento no está en lo hilvanado. El acontecimiento será poder presentarse frente a otros para operar un ritual ambiguo en el que lo que queda más claro es que muchas cosas han muerto y que tantas muertes han preparado el terreno para también morir en una identidad cuya fecha de vencimiento se ha puesto de manifiesto. Algo muere, algo nace. todo sucede sin estridencias. Se trata de un viaje en el que acompañaremos una intimidad, seremos testigos de confesiones de apariencia pueril y de contundencia existencial para un ser sin certezas, pero con la necesidad de encontrarse con el mundo desde un lugar otro.



Ficha técnico artística
Autoría: Santiago Loza
Intérpretes: Julieta Venegas
Sonido En Vivo: Mariano Luna
Diseño de vestuario: Betiana Temkin
Diseño De Proyección: Gisela Cukier, Johanna Wilhelm
Diseño de escenografía: Johanna Wilhelm
Diseño de luces: Matías Sendón
Canciones: Santiago Loza, Julieta Venegas
Música original: Julieta Venegas
Fotografía: Sol Levinas
Fotografía De Escena: Francisco Castro Pizzo
Diseño gráfico: Leandro Ibarra
Asistencia de escenografía: Martina Nosetto
Asistencia de dirección: Gabo Baigorria
Prensa: Varas & Otero
Producción ejecutiva: Romina Ciera
Dirección de Producción: Romina Chepe
Intervenciones Coreográficas: Andrés Molina
Dirección: Guillermo Cacace



"La enamorada"
FRAGMENTO 1

"Hay palabras que ni siquiera debieran pronunciarse.

(Silencio.)

Bueno, este silencio se debe a una confesión, ustedes son mis amigos más recientes y es justo que lo sepan, ante todo soy sincera. Las fotos que les mostré en un principio no eran mías, las fui recolectando. No, no viajé. Alguna vez tuve la inquietud pero no lo hice, y dicen que la gente cuando viaja se vuelve interesante, así que bueno, fui recolectando esas fotos de a poco. Por eso no tienen un estilo definido. Bueno, “un estilo definido”, creo haberme dado cuenta de eso, porque además desearía que me descubran inteligente. Descubrí que hay una clase de fotos del que viaja, una foto mamotreto, una foto que dice “acá yo estuve”, “yo vi la Torre, el Arco de Triunfo, los Campos Elíseos, la Gioconda”... Y las fui juntando como cuando de nena juntaba las figuritas de Sara Kay para llenar el álbum. No tengo del Bing Beng, así que en Londres no estuve, mejor no meterse con los ingleses que ya demasiados problemas nos trajeron. Yo no estuve, no tomen esto como una mentira, hasta dudo de a ratos que pueda existir Europa. No sé si a Europa le importe pero para mí no existe, no es real, sólo postales, como cuando me digo que no es que no crea en Dios sino que es él quien no cree en mi existencia y así me va como me va.

Tenía ganas de juntarlos y pensé que lo de las fotos era un buen motivo, siempre uno va a ver fotos de viajes, por compromiso, todas iguales fuera de foco, torcidas, yo que nunca saqué una foto sé valorar el descuido. No estuve, no viajé, no me pertenece y basta. No, sí saqué una foto, para probar, una foto del muro que se la regalé a mamá y ella dijo: ¿qué significa?, y yo le dije que nada, el muro. Pero esa es otra historia, no quiero disgregarme porque después quién me trae, no hay que ramificarse porque no tenemos toda la noche. (Saca un papel.) LACTANCIA INFANTIL... Mejor lo dejo para más tarde... (Saca otro papel.) SALUD DINERO Y AMOR... No sé cómo empezar esto, lo de la salud y el dinero puede arruinarnos la velada y el amor nos despierta la curiosidad a todos. Pero todavía no entramos en clima, hay que preparar el terreno. (Saca otro papel.) LA PATRIA... Estaba ligado a lo anterior... Disculpen esta demora... (Saca otro papel.) LA VIDA ETERNA... (Se queda en silencio.) (Ordena los papeles.) LACTANCIA INFANTIL...".



"La enamorada"
FRAGMENTO 2

"Cuando pienso en la patria y trato de comprender lo que nos fue pasando, no hay ningún misterio, soy yo la que no alcanzo a comprender, pero no hay ningún misterio. La patria es esa tierra que uno no elige, te toca la patria como el color del pelo, como la madre, como la muerte, la patria te toca aunque no se la comprenda, como la madre, como la muerte, como el color del pelo que, aunque una trate de cambiarlo, aparecen las raíces. Mi patria son ustedes, ustedes y mis recuerdos. Debería tener miedo a la muerte, pero ese temor ha desaparecido, creía de nena que teníamos un cuerpo y otra cosa adentro... Me dijeron que se llamaba alma y la palabra siempre tuvo encanto. Y un día muere el cuerpo y lo de adentro.

Yo creo en la vida después de la muerte, así como creo en este momento, creo en que podemos seguir vivos en aquellos que quieran acordarse, así como algunos de ustedes puedan un día recordarme, con piedad, con ternura o con vergüenza. Mientras me sigan recordando estaré viva, como la enredadera en el muro. Aunque los ladrillos estén pelados una la sigue viendo, porque a fuerza de costumbre las cosas dejan una marca de lo que fueron, una marca de su presencia, porque algo significa lo que vive. No quería arruinarles la velada. Sólo pedirles que de alguna forma no me olviden. No es desesperación ni una locura mía, necesito que no me olviden, aunque más no sea por la costumbre de la memoria. Ustedes me han visto caminar por las calles, están sentados acá y me miran y los miro y estos ojos han visto tanto, de lo bello y de lo horrible, de lo claro y lo tenebroso, y todo resplandece cada noche cuando los cierro, y tengo miedo que aquello que pude mirar se pierda en el vacío. Los frascos se tienen que cerrar al vacío, con la ayuda de la cera de una vela, esa es parte de la conservación de la mermelada, esa es la última parte del secreto, pero yo no quiero cerrarme a mi vacío, por eso esta necesidad empecinada en hablarlo con ustedes. Yo quisiera poder estallar en pedazos, no consumirme de a poco sino estallar de golpe y poder incrustarme en todos. Que me lleven como herida, que me lleven en la piel. Formar parte de cada cuerpo que se mueve. No quise arruinarles la noche. Era como un juego entre mamá y yo, antes de dormir, todas las noches el mismo diálogo, le pedía que me diese un beso de despedida, ella decía que no, yo me quejaba porque a nadie se le niega un beso y ella, mientras cerraba la puerta, repetía, cada noche, que mejor no despedirse, así sentíamos que seguíamos juntas aun durmiendo. Nunca nos despedíamos. No existen las despedidas, ni los finales, todo continúa aun cuando una ya no siga. Por eso no pidan que me despida, tengo un poco de sueño, hablé demasiado, más de la cuenta, les doy un último silencio, mientras los dejo, mientras me alejo, estoy cansada de hablar y el día se termina.".



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