Nos regalaron una palabra y aquí se las devuelvo pasada por mí.
Un abrazo.
Me regalaste la palabra "Pena"
Pena, es una quena que suena, sonido que se abre paso por montañas antiguas donde nacieron las danzas viejas. Pena, quema y queda, exquisita bebida para los desamores el quitapenas, no se toma en vaso, se toma en vena. Pena encendida en la noche oculta, la noche propia, la sombra que conoce nuestro nombre y lo acuna. Los troyanos llamaron pena a Helena. Pena descalza, serena, antigua copla que enciende las peñas. La pena sale de la boca y si cae en un poema ya no es pena, es compañera de noche de otras penas que se unen en el cielo, llueven grises y amanecen lentas con la cara nueva. Cara de sol dulce, transformación de la pena. Si la pena sale ya no vuelve, y habrá lugar para otras penas, ergo, habrá lugar para más poemas.
Marcelo Rodolfo Subiotto
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