La mente es tu viaje en soledad.
Llego a su muerte y pienso en las partidas de ajedrez que se batallan allí,
en las llegadas a alguna luna,
a algún perdón.
Ataco con alfil a tu Dios y me defiendo de la locura de los pecados que él me impone,
le muestro tus muñecas desoladas por cadenas de libertad que rompo
y vuelvo a romper.
¿De qué se trata este viaje
ese destello en tus ojos
esa trágica mirada en cámara lenta?
La mente es un pozo dónde las ventanas fallan en el instante previo
la mula se empaca en el cortex cerebral
la sangre reseca intenta un latido
y la mente pide viaje.
Tal vez lo emprendas cuando baje la fiebre de la madrugada.
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