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Gracias a las Licenciadas Patricia G. Ramos y Sara S. Dahan y por el aporte desde "Escritos Psicológicos en tiempos de Pandemia"

"Escritos Psicológicos en tiempos de Pandemia"

Escritos II.
Lic. Patricia G. Ramos

Pandemia-Sujeto-Arte.

En la historia de la humanidad han habido singulares catástrofes que ocasionaron cambios permanentes para el sujeto y su entorno.

A dos de ellas son a las que voy a referirme para entender la pandemia que hoy venimos atravesando.
La fiebre amarilla, ocurrida en Bs As en 1871 y la fiebre española de 1918 que dejaron su imborrable legado.

El estudio minucioso de aquellos acontecimientos, nos muestran la repetición de las conductas sociales y del hombre individual ante esos fenómenos: asombro, miedo, aislamiento, construcción de ideas conspirativas, negación, impotencia, contagios, muertes y reorganización social e individual.
Tomaré para este texto, dos producciones pictóricas de las épocas referidas, para desarrollar la afección del sujeto frente a estos acontecimientos y la búsqueda de su reorganización.

Esta pintura pertenece a Juan Manuel Blanes (1830-1901), pintor uruguayo, que con su pincel nos hace testigos de parte de nuestra historia.

La escena se sitúa en uno de los tantos conventillos de San Telmo, por entonces ocupados por la inmigración italiana y española. La presencia de la muerte por la epidemia, está representada por la mujer que yace muerta en el suelo mientras un pequeño tironea de su vestido buscando su pecho. Los dos hombres son los Dres. Argerich y José Roque Ruiz que muestran reverencia e impotencia frente a la muerte de la mujer. En la cama hay un hombre muerto y también se observa la presencia de un joven que manifiesta una indiferencia fingida.

La obra condensa parte del acontecer histórico de ese momento. Nuestros ojos capturan la imagen mientras la mirada escinde al yo y al cuerpo. Ya no soy quién creía ser. Mi cuerpo tampoco es el mismo. Momento de la aparición de afectos penosos. Las identificaciones no se hacen esperar Todos somos impotentes frente al virus. Todos podemos morir.

Ha de ser la singularidad de cada sujeto lo que le permita tomar posición frente a esta catástrofe. Algunos saldrán al auxilio del que padece, otros fijarán su mirada perpleja en la joven muerta, muchos tomarán la escena y emprenderán diferentes búsquedas para salir del horror que eso causa.

¿El artista lo habrá logrado a través del acto creativo?
Esta obra pertenece a Edvard Munch (1864-1944),pintor y grabador Noruego ,conocido por su pintura “El grito”.
Munch padeció el contagio de la gripe de influenza, H1N1, llamada gripe española.

La escena es el autorretrato de su convalecencia. Podemos notar en su rostro secuelas de la enfermedad. Un gesto consumido en un cuerpo debilitado. Esparcidos en la cama, los restos de la muerte que no fue pero que espera.” Eso” desdibujado en la cama que aparece magistralmente en los trazos del autor.” Eso” que no es del todo visible pero que produce efectos en lenguaje a veces devastadores. También se observa una pincelada azul en la cabecera de la cama. ¿Un ángel? Munch decía que su vida tormentosa y desgraciada estaba protegida por "ángeles negros¨.

Esta pintura nos muestra la intimidad del sujeto que padece, su angustia, su soledad. Allí el observador transfiere su mirada y aparece el sujeto que siendo sujeto del lenguaje sabe de la finitud de la existencia.

Juan Manuel Blanes y Edvard Munch reproducen en sus obras un saber con dimensión de verdad, el intento de inscripción de lo inefable, de lo innombrable. El conocimiento es la ganancia de saber que el ser humano puede aportar a la existencia. El lenguaje, es el lazo para llegar a él.

Munch decía-“La muerte la padecemos con el nacimiento-nos queda la más extraña experiencia: el verdadero nacimiento que se llama muerte-¿nacimiento a qué?


Figura 1.Episodio de la fiebre amarilla.... 1871 

Figura 2 Autorretrato después de la gripe 1919

FUENTE:
https://escritospsico.blogspot.com/



La ceremonia del adiós
Lic. Sara S. Dahan

Las calles vacías, los parques, las plazas. Las vías del tren, los andenes. El espacio público vacío.

Algunos transeúntes se cruzan. Barbijos sí, barbijos no. La mayoría sí. En los autos también. ¿That is the question? me pregunto. Ser o no ser, usar o no usar.

¿Nos protegemos? ¿Los protegemos? ¿Individualismo o Solidaridad?

Nos miramos con desconfianza, con temor. Somos posibles enemigos, posibles “contagiadotes, infectadores”.

Los perros pasean a sus dueños. Algunos llevan protección en las patitas.

El sol se pone como siempre cada atardecer, así como salió por las mañanas. Y salen las estrellas, ahí están. Voy y constato su presencia: titilan, brillan.

Pero hay una especial. Cuando el cielo se pone dorado a eso de las 19 horas empieza a brillar Venus un corto tiempo para luego desaparecer.

La acompaña el canto agorero de ciertos pájaros que parecen anunciar el fin del mundo y de los tiempos. Poco a poco se disipan los colores.

Algunos vecinos nos saludamos, desde terrazas, ventanas, balcones. A las 21 hs. suena una sirena que nos recuerda que muchos siguen trabajando… arriesgándose.

No es la primera epidemia, pandemia, gripe mundial. Es la que nos tocó. Eso que fuimos no volveremos a ser. El aire trae a Pedro Páramo y sus fantasmas.

Busqué la etimología de pandemia: pan/ totalidad, demia/pueblo, el pueblo entero.
El dios Pan era el semidiós de los pastores y rebaños en la mitología griega, especialmente venerado en Arcadia. En la mitología romana se identifica a este dios como un fauno.

Era el dios de las brisas del amanecer y el atardecer. ¿Cuándo pasó a ser el dios de la muerte?

Busco a Borges en mi auxilio y me llega su voz entrecortada con algunos versos de “El reloj de arena”

…..
La arena de los ciclos es la misma
E infinita es la historia de la arena
Así, bajo tus dichas o tu pena,
La invulnerable eternidad se abisma.

No se detiene nunca la caída
Yo me desangro, no el cristal. El rito
De decantar la arena es infinito
Y con la arena se nos va la vida.

En los minutos de la arena creo
Sentir el tiempo cósmico: la historia
Que encierra en sus espejos la memoria
O que ha disuelto el mágico Leteo
…..


Seguimos a la espera de una mirada que nos devuelva la confianza en el porvenir.

FUENTE
: https://escritospsico.blogspot.com/

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