Mi anfitrión es Daniel Horacio Grad, coordinador del Taller de Poesía que se hace allí desde el año 2007. Además escribe poesías, sabe escribir poesías, tan difíciles para mí. Yolanda es una de las internadas en el hospital y el miércoles, participó activamente del Taller. Habló insistentemente del amor, de un marido del que se separó y como quien busca en el abrazo de los recuerdos para cambiarlos por un irremediable presente de desamor, pide a gritos un novio. Así una y otra vez. Como quien busca acunarse en los recuerdos para huir del fatal presente de desamor canta la marcha nupcial. Se imagina blanca y radiante como en "La Novia", la canción de Antonio Prieto.
Adentro del Moyano, Yolanda no pide letras de poesías. Quiere - no creo que sin darse cuenta- hablar "del amor", de "su soledad", de lo que no está y de lo que sí o sí quiere que esté. Ella quiere ser protagonista de una poesía. Afuera del edificio, no está Yolanda. Está el resto, que tan frecuentemente es indiferente al amor, que practica tanto desencuentro y que Yolanda con su especial lógica no entendería, ya que seguro volvería a preguntarse: ¿y dónde está el amor?
Silvina
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