Una entrevista no debería durar más de una hora. Pero a veces sucede que te quedás cuatro horas en un sitio y es tan pero tan intenso, que se queda en vos para siempre. Hoy, en el taller de poesía del Moyano, y perdiéndome por ahí. (No hay más fotos porque no está permitido). Mil gracias, Daniel Grad.
Verónica
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