Aprendí a fuerza de porrazos que el tiempo es un valor y aunque a veces pienso que el tiempo no existe como tal, hay algo en el pulso del corazón que marca un ritmo y es lo que generalmente imagino como tiempo, vida o simplemente " tiempo de vida". No sé muy bien cuándo sucedió que empecé a escuchar ese ritmo, a sentirlo puro y darle espacio. Me pasa últimamente, que ese tiempo de vida trato de aprovecharlo al máximo con familia, amigos, compañeros o personas que hacen de ese ritmo el pulso vital y así se construye el resto: el trabajo, la profesión, el oficio y todo lo que vamos haciendo.
Hace unos miércoles atrás con las queridas compañeras poetas Tamara Domenech, Roxana Molinelli, Silvia Sandin Roson y Cecilia Perna compartimos el taller literario que coordina Daniel Gradar en el Hospital Moyano. Cualquier cosa que pudimos imaginar fue nada comparado a tan entrañable experiencia. Es una maravilla y una fortuna vivir así el tiempo, la palabra, aquellos espacios que defendemos para sostenernos mutuamente. Fuimos muy felices. Somos felices en eso. Nuestras miradas en esta foto me devuelven algo de lo que sentimos y hacen un eco profundo en ese ritmo interior.
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Cecilia Carballo Qué belleza crear espacios en medio de la tormenta!
Roxana Molinelli qué preciosas palabras Vale, gracias por compartir!
Valeria De Vito A vos "por ser puente" como te digo siempre! 💜
Silvia Sandin Roson No pudiste expresarlo mejor. :)
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